Otro de los temas que se abordó en el último Pleno
Ordinario del Ayuntamiento fue el de la
construcción de un “panteón familiar” en el cementerio. Una nueva modalidad de sepultura o enterramiento que no existía
hasta la fecha. Los propios concejales reconocieron en el Pleno que habría que modificar la Ordenanza
Municipal que regula este tipo de edificaciones. En el cementerio de Cádiar
viene siendo habitual que se entierre en tumba o bien en nichos individuales.
Este tipo de
edificación condicionara el espacio adyacente. El tamaño desproporcionado del
panteón (tanto en altura como en metros cuadrados), la línea de edificabilidad
(a la cual habrá que darle continuidad), la reorganización del espacio (puesto
que ahora cualquier vecino podrá
reclamar que se le autorice para poder construir en el mismo sitio) y la
ausencia de ordenanza municipal que regule claramente este tipo de edificaciones, todo
ello, viene a evidenciar la improvisación y la falta de perspectiva política de
los actuales gobernantes del Ayuntamiento.
Preguntas y más preguntas:
¿Qué criterio han seguido para establecer las condiciones de edificabilidad o para establecer los condicionantes económicos que se exigen para la tramitación de la autorización? ¿Por qué antes de autorizar esta nueva modalidad de enterramiento no se informa del asunto a la Oposición y se lleva al Pleno para su debate?
¿Qué criterio han seguido para establecer las condiciones de edificabilidad o para establecer los condicionantes económicos que se exigen para la tramitación de la autorización? ¿Por qué antes de autorizar esta nueva modalidad de enterramiento no se informa del asunto a la Oposición y se lleva al Pleno para su debate?
Pues nada.....,
política de hechos consumados.
Esperemos, al menos, que quienes tengan el
privilegio de poder descansar eternamente en “tan majestuoso mausoleo” lo
encuentren confortable.
Mientras
tanto, el resto de los mortales seguiremos haciendo uso de los nichos, mientras queden.