jueves, 10 de enero de 2013

LA ÚLTIMA MORADA. ("Un cortijito" en el cementerio).



Otro de los temas que se abordó en el último Pleno Ordinario del Ayuntamiento fue el de  la construcción de un “panteón familiar” en el cementerio. Una nueva modalidad de sepultura o enterramiento que no existía hasta la fecha. Los propios concejales reconocieron en el Pleno que habría que modificar la Ordenanza Municipal que regula este tipo de edificaciones. En el cementerio de Cádiar viene siendo habitual que se entierre en tumba o bien en nichos  individuales. 

Este tipo de edificación condicionara el espacio adyacente. El tamaño desproporcionado del panteón (tanto en altura como en metros cuadrados), la línea de edificabilidad (a la cual habrá que darle continuidad), la reorganización del espacio (puesto que ahora cualquier vecino podrá  reclamar que se le autorice para poder construir en el mismo sitio) y la ausencia de ordenanza municipal que regule claramente este tipo de edificaciones, todo ello, viene a evidenciar la improvisación y la falta de perspectiva política de los actuales gobernantes del Ayuntamiento. 

Preguntas y más preguntas:

  ¿Qué criterio han seguido para establecer las condiciones de edificabilidad  o para establecer los condicionantes económicos que se exigen para la tramitación de la  autorización? ¿Por qué antes de autorizar esta nueva modalidad de enterramiento no se informa del asunto a la Oposición y se lleva al Pleno para su debate? 

Pues nada....., política de hechos consumados.

 Esperemos, al menos, que quienes tengan el privilegio de poder descansar eternamente en “tan majestuoso mausoleo” lo encuentren confortable.

Mientras tanto, el resto de los mortales seguiremos haciendo uso de los nichos, mientras queden.