Don José Javier Martín,
al modo del Cid Campeador, ha desenvainado su particular espada-de
Damocles- apuntando directamente con tan despiadada arma sobre la
cabeza herida de un pueblo triste y desangelado.
Su sentido de la
justicia y la política le ha llevado a practicar el sectarismo más
recalcitrante y retrograda que recordamos en nuestro pueblo. Eso si,
lo ha hecho discretamente, escondiéndose detrás de mentiras,
subterfugios y de la actuación indirecta de otras administraciones.
Es decir, sin dar la cara.
Ajustes de cuentas,
despidos improcedentes, desahucios indirectos, nepotismo, enchufismo
y persecución a todo lo
que huela a PSOE.
Es complicado creer en
la palabra del señor don José Javier Martín Cañizares, “el
alcalde”, por la cantidad de incoherencias y torpezas que definen
su ominoso mandato. José Javier Martín Cañizares ha pecado a base
de bien.
Ahora pretende que
olvidemos la podredumbre de las manzanas caídas y arrojemos al cesto
sus promesas rotas, sus etéreas respuestas a las necesidades de un
municipio como Cádiar, su mirar hacia otro lado cuando el dedo
incendiario de Rajoy apuntaba directamente a las heridas del
sufrimiento de la inmensa mayoría de los ciudadanos.
Ahora pretende que
olvidemos la falta absoluta de convicciones y principios que han
caracterizado su trayectoria política. Éste señor, diplomado
en Ciencias Políticas, valedor en la actualidad de las esencias de
la derecha, no le hizo ascos en su momento a la posibilidad de formar
parte de unas listas del PSOE de Cádiar en unas primarias internas.
No deja de resultar curioso que ahora justifique esa actuación
calificándola como “un pecado de juventud”.
Otro de los pecados
inconfesables de nuestro apreciado alcalde es la incoherencia.
Desde el púlpito que le ofreció la Oposición se dedicó a
cuestionar el derecho de los demás a trabajar en el ayuntamiento,
cuando en realidad los únicos que han gozado de una posición
privilegiada por su condición política han sido él y su señora
esposa que accedieron a sendos puestos de trabajo en la
administración teniendo responsabilidades políticas en el
ayuntamiento.
La soberbia, este
suele ser un pecado bastante habitual en la derecha. En la anterior
etapa de gobierno del PP en el ayuntamiento de Cádiar (de la cual el
actual acalde también formaba parte) se cuestionó, se ninguneó y
se prescindió de la opinión de los técnicos municipales en
numerosas ocasiones. Aquello tuvo consecuencias, todo desembocó en
una serie de procesos judiciales que afortunadamente quedaron en
nada. Ahora, en la actualidad, parece que el alcalde no escarmienta
de las experiencias pasadas y vuelve por los mismos derroteros. Suele
ser bastante frecuente en esta Legislatura que se prescinda de la
opinión de los técnicos municipales y se recurra a informes
externos para buscar la manera de bordear las exigencias que impone
la Ley. Una vez más, se creen por encima del bien y del mal, una
vez más se creen que pueden mantener el equilibrio sobre el filo de
la navaja.
La ingratitud.
Estaremos de acuerdo en
reconocer que este es el pecado mas venial de todos. Al fin y al
cabo, en política suele ser bastante frecuente que no se reconozca
el esfuerzo y el trabajo de los rivales políticos. Lo que
ya no resulta comprensible es que se recurra a la mentira o a la
manipulación para justificar su propia incompetencia.
Dos años y ocho meses al frente del gobierno municipal y buena parte
de la Legislatura se fundamenta en base al esfuerzo, el trabajo y los
proyectos de los anteriores regidores del ayuntamiento.
Fue
en la anterior Legislatura cuando se planificaron y se consiguieron
las subvenciones necesarias para la ejecución de un buen número de
proyectos ejecutados ahora (49.000 € para la nueva pista
polideportiva, 40.000 € para el arreglo de la fachada del
ayuntamiento, 249.000 € para el arreglo del camino del Barranco
Oscuro hasta la Magaña, 500.000 € para el pabellón cubierto, el
proyecto del Centro Comarcal de Carreteras con una inversión de
Obras Públicas de 496.000 €, 320.000 € para la construcción de
la nueva guardería, el Festival de Música Tradicional de la
Alpujarra aprobado, las obras de rehabilitación del edificio del
cuartel comenzadas con un PER Especial de 114.000 €).
Todo lo anterior sin
contar con aquello otro que se ha perdido o se ha renunciado a ello
por manifiesta ineptitud:
(Subvención de 80.000 € de Cultura para la nueva
biblioteca que se ha perdido por no justificar a tiempo las obras,
subvención entorno a 600.000 € del proyecto de travesía urbana de
la carretera a cuya ejecución se ha renunciado a pesar de contar con
la Resolución de Obras Públicas que comprometía a dicho organismo,
los trabajos del PGOU que estaban prácticamente terminados, el
proyecto de la Planta de Inertes prácticamente solucionado con una
previsión de inversión pública entorno a 346.000 € y que se
encuentra igualmente paralizado, la depuradora de aguas residuales, etc..).
2 años y cinco meses para reanudar las obras del pabellón cubierto que se paralizaron al poco de entrar el PP en el gobierno municipal.
2 años y algunos
meses para ejecutar el proyecto del arreglo de la pista del camino de
Narila, proyecto que se
enmarcaba dentro del Plan Encamina 2 de la Junta de Andalucía.
Mientras tanto en el resto de municipios de la provincia ya se habían
ejecutado las obras de dicho plan.
2 años y 8 meses para
adjudicar las obras de la nueva guardería después de haber cambiado
hasta en dos ocasiones su localización. Del nuevo colegio
(bandera del PP en la pasada campaña electoral) mejor no
hablar, todavía no
tienen claro cual será su localización definitiva.
Pero eso si, para
obras sin ningún tipo de financiación pública y sin subvención
alguna si hay dinero en el ayuntamiento:
(explanada helipuerto, acerado de la Iglesia, puente río de Yátor,
arreglo calle en la Rambla del Banco, entubamiento acequia de Narila,
suelo salón de actos de Yátor, rebaje mirador de la Paloma, etc,
etc, etc,..).
Eso
sí, se han ejecutado también los Planes de Obras y Servicios de la
Diputación de Granada. Cuyos proyectos coincidían milimetricamente
con el compromiso electoral del PSOE en su programa para las pasadas
elecciones municipales. Puntos 9 y 10 del apartado “urbanismo
sostenible”:
“ Punto 9º.-
Continuar con las obras de mejora de calles a través de los
diferentes planes del PFEA. Calles “Castillejo” por acceso junto
al Instituto, calle “Rueda” por el acceso al polideportivo, etc.”
“Punto 10.- Arreglo
de las calles “San Blas”, “Doctor Fleming” y el acerado de la
“calle Real de Cádiar”.
En el programa del PP
pocos compromisos concretos y muchas generalidades.
No es de extrañar que estén más preocupados en ejecutar
el programa del PSOE que el suyo propio.
Lo de realizar una fuente del vino con carácter permanente o
impulsar la construcción de un mirador en la curva de la Paloma,
también eran compromisos concretos del programa electoral del PSOE
que en el programa del PP no aparecían por ningún sitio. En fin,
todo sea por el bien del pueblo si finalmente se llegan a ejecutar.
Muchas
fotitos, mucho inaugurar la misma calle por dos veces, mucho salir en
el periódico de la mano del amiguito Rafael Víchez, pero pocos
proyectos nuevos, pocas subvenciones y poca resolución para
solucionar los problemas reales del Municipio.
Como
dice el dicho “Por sus hechos los conoceréis”.